El espacio se ha renovado totalmente y se aúnan tradición y modernidad. Con un diseño vanguardista de tres alturas y tres conceptos distintos de compra, "es un mercado de toda la vida pero con un estilo nuevo para satisfacer las demandas actuales".
Uno de los aspectos más innovadores es el de la restauración. La cocina está abierta para preparar y servir al cliente el producto de carne o pescado que acaba de comprar.
Desde la terraza se puede disfrutar del "skyline" de la ciudad tomando un menú en el fabuloso restaurante a un precio muy asequible.
Además de ofrecer zonas para degustar los productos adquiridos en los puestos, encontramos un espacio cultural y un aparcamiento de 80 plazas, de las cuales 28 están robotizadas.
El renovado Mercado de San Antón, se ha convertido ya en una parada obligada para todos los que quieran disfrutar de lo último de la ciudad.